1. ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO, TIEMPO Y ESTRUCTURA DE LA CLASE
·
Es apropiado que el aula donde esté el niño con TDAH tenga un número
reducido de alumnos y un ambiente positivo de trabajo.
·
Las normas deben ser claras, con un clima de orden y compañerismo.
·
Es conveniente que se ubique en la primera fila, cerca de la
pizarra y de la mesa del docente, rodeado de alumnos tranquilos, esto facilitará
la atención a la explicación y una mejor aplicación de los refuerzos cuando
trabaje bien. A ser posible, alejado de ventanas y puertas para evitar la
distracción.
·
Sobre el pupitre sólo debe tener lo que es necesario en cada momento,
acostumbrándole a que guarde lo que ya no vaya a utilizar.
·
Mantener un ambiente
estructurado, con rutinas estables, motivador, y predecible. Con el objetivo de que el alumno
sepa lo que tiene que hacer en cada momento y se sienta seguro en el aula. Es
bueno utilizar material visual para recordar al alumno en qué momento del
trabajo de clase nos encontramos.
·
Establecer diferentes opciones
para cuando el alumno no es capaz de permanecer sentado: permitir ir a sacar punta, recoger las
fichas y exámenes del resto, ir al baño, programar al alumno pequeñas tareas o
responsabilidades de ayuda al profesor,
para eliminar a tensión y energía acumuladas por permanecer quieto, levantarse hasta
la mesa del profesor para mostrarle los deberes.
·
Estructurar
las tareas en tiempos cortos, Es conveniente reducir y fragmentar las actividades.
Utilizar un formato simple y claro. Supervisar los ejercicios a medida que los
acaba y asegurarse de que conoce las tareas que tiene que realizar. Se aconseja
utilizar refuerzos y apoyos visuales en la instrucción oral y variar los
ejercicios.
·
En las actividades grupales, establecer grupos pequeños, de entre
5 o 6 alumnos.
2.
METODOLOGÍA Y ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE
·
Enfatizar la estructura y el orden, manteniendo un ambiente estructurado,
con rutinas estables, motivador, y predecible, con el objetivo de que el alumno sepa lo que tiene que hacer en
cada momento y se sienta seguro en el aula. Es bueno utilizar material visual
para recordar al alumno en qué momento del trabajo de clase nos encontramos.
·
Las órdenes deben ser breves, claras y concisas. Mantener contacto
visual con el alumno.
·
Emplear metodologías que funcionen mejor con este alumnado:
técnicas visuales que exigen menos de la lectura y facilitan la atención,
esquemas en la pizarra a modo de guión, presentaciones audiovisuales,…
·
Evitar las clases magistrales y emplear técnicas basadas en el
aprendizaje autodirigido: aprendizaje basado en proyectos, trabajo cooperativo,
aprendizaje por descubrimiento actividades de investigación, y/o trabajo con
nuevas tecnologías.
·
Asegurarse de que ha entendido lo que se le pide, establecer
contacto ocular con frecuencia y dar las instrucciones de una en una. Advertir
individualmente al alumno de los cambios de actividad. Resaltar la información
importante aumentando el tono de voz, utilizando colores o tamaños de la
escritura, etc. Se incluirán actividades que puedan resultar más motivadoras y
se utilizará el refuerzo inmediato de los progresos del alumno. Negociar con
el alumno los periodos de atención individual y grupal, segmentando aquellas
tareas más largas o difíciles.
·
Acordar con el alumno/a con TDAH una señal discreta para
reconducir su atención: guiñarle un ojo, tocarle en el hombro, etc.
·
Establecer compañeros de supervisión y estudio que ayuden al
alumno, de tal modo que la dedicación del profesor disminuya progresivamente.
·
Describir detalladamente en la pizarra las tareas a realizar. No
limitarse a nombrarlas.
·
Tener en cuenta los puntos fuertes o potencialidades del alumnado
con TDAH, podemos partir de sus intereses con el objetivo de generar motivación.
·
Plantear actividades en las que puedan tener éxito, de tal manera
que sean conscientes de que también pueden lograr los objetivos y reforzar de
manera inmediata. De esta manera lograremos incrementar su autoestima y su
motivación hacia las tareas escolares.
·
Generar un patrón de atribución interno, variable y controlable.
El alumno ha de interiorizar que sus resultados son causa de su trabajo (o
falta de éste) y no del profesorado u otras circunstancias, y que el resultado puede
modificarse para bien o para mal en función de su actuación.
·
Exámenes y pruebas escritas. Se deben alternar la forma
de presentación de las cuestiones a responder por el alumno, de forma oral,
escrita o valiéndose de las nuevas tecnologías. Se aconseja dividir los exámenes o pruebas
escritas en dos sesiones al menos, siendo flexibles en su duración. Es mejor
realizar dos pruebas cortas en días sucesivos que efectuar una larga en un solo
día. El texto de los exámenes se le presentará escrito y resaltando las partes
más importantes de cada cuestión. Las preguntas serán breves y cerradas.
Conviene ir indicando al alumno que controle el tiempo y vaya repasando lo
realizado.
·
Uso de la agenda. El profesorado fomentará el
uso de la agenda ya que puede cumplir tanto el objetivo de ayudar al alumno a
llevar al día sus tareas como el de servir de canal de comunicación con la
familia. Es necesaria la supervisión tanto
del profesor como de los padres para que el alumno aprenda a usar la agenda. El
profesor dedicará un tiempo cada día para que el alumno anote las tareas en la
agenda. Es importante que el alumno y los padres tengan acceso a las fechas de
exámenes con suficiente antelación, el contenido que se debe preparar, las
fechas previstas para la entrega de trabajos, los libros que deben leer, etc.
para planificar los tiempos de estudio y la supervisión familiar. Asegurarse de
que llevan a casa el material necesario para realizar las tareas. La agenda se
puede convertir en un espacio idóneo para reforzar y elogiar el buen comportamiento
del niño, evitando su uso como intercambio de críticas y aspectos negativos de
la conducta o el rendimiento del niño. Cuando haya que comunicar a haya que
comunicar a los padres aspectos negativos de la conducta o del rendimiento es
preferible escribir: “necesito hablar con ustedes” o “solicitar cita”, y en vez
de escribir “hoy tampoco ha hecho los deberes”, escribir “tiene pendiente los
deberes de lengua del martes y el miércoles”. Tener en cuenta que la agenda es
del alumno y tiene acceso a todo lo que se escribe por ambas partes.
·
Estrategias para mejorar la
conducta. El
objetivo es aumentar los comportamientos apropiados y disminuir los
comportamientos inadecuados. Cada vez que se produce una consecuencia positiva
a una conducta se aumenta la probabilidad de que se incremente dicha conducta.
Son criterios generales de manejo de la conducta: utilizar el refuerzo positivo de comportamientos
adecuados o sus aproximaciones; evitar las recriminaciones verbales; ignorar
los comportamientos de levantarse, removerse en el asiento; utilizar tablas de
puntos para conseguir premios o incentivos; permitir al niño momentos de
desahogo levantándose, haciendo algún recado; establecer consignas no verbales
con el alumno para advertirle del incumplimiento de alguna norma, etc.
·
Enseñar estrategias de autoinstrucciones mediante el habla
interna, para que el alumno module su conducta a través del lenguaje. Para
ello, los niños deberán memorizar de forma gradual los siguientes mensajes e
incorporarlos a su trabajo diario:
o
Escucho y pongo atención a lo que tengo que hacer.
o
Cuando leo, me fijo mucho.
o
Pienso lo que tengo que hacer. Marco un plan.
o
Hago el ejercicio con cuidado. Puedo hacerlo bien.
o
Repaso con atención y corrijo lo que esté equivocado.
o
Lo conseguí. Soy bueno en esto.
3.
COORDINACIÓN INTERNA Y EXTERNA
·
Importancia del trabajo del equipo de orientación del centro
centrado en el aspecto técnico y de asesoramiento psicopedagógico: realizar evaluaciones
y promover adaptaciones de la práctica del equipo docente, así como el apoyo
psicopedagógico al alumnado con TDAH en habilidades cognitivas, modificación de
conductas disruptivas, autoinstrucciones, habilidades sociales, técnicas de
relajación y habilidades académicas.
·
Coordinación entre todo el equipo docente que imparte clase a
este alumnado. El objetivo básico es unificar criterios generales de actuación
y que éstos sean predecibles para los alumnos: establecimiento y conocimiento
de las normas del aula, pautas metodológicas generales, técnicas de mejora de
la motivación y la autoestima, técnicas de control de la conducta, pautas de
actuación ante conductas desafiantes y/o violentas en el aula, así como
coherencia en los mensajes que se trasladan a las familias de estos alumnos.
·
Coordinación
con los profesionales de la salud tanto en tareas de evaluación como de seguimiento
del alumnado con TDAH.
·
Coordinación
con asociaciones TDAH a las que asista nuestro alumnado para intercambiar
información , hacer seguimientos, aunar criterios de actuación etc.
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Coordinación
con la familia, para intercambiar información sobre evaluaciones y seguimientos
del alumnado, orientaciones y recursos, aunar criterios de intervención,…
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